Hasta la década pasada el fútbol mexicano resultaba casi desconocido en Argentina, un país que sólo tenía en la mira del deporte más popular hacía Europa, Brasil y Uruguay. Ámbito futbolero por excelencia, la Reina del Plata posee millones de aficionados que descubrieron al fútbol azteca después de sus participaciones en las Copas de América y Sudamericana. México pasó de ser un invitado de piedra a un protagonista de temer por su par pampeano. Imposible para el gran negocio del fútbol dejar fuera a los clubes mexicanos, que generan ganancias millonarias con su sola participación.
Pero para los gigantes del Sur, los clubes brasileros, uruguayos y argentinos; la integración de sus amigos del Norte resultó un verdadero dolor de cabeza.
A la soberbia argentina le costó mucho absorber que un ignoto club con nombre de entidad médica para la jerga local como Cruz Azul le ganara a Boca en la mismísima Bombonera. Ya River había sufrido en el Monumental el atropello del Atlas que le jugó de igual a igual en su propia casa, dejando un resultado en los números que aún hoy despierta las dudas y genera polémica.
El golpe de Nock Out lo fue, sin dudas, la noche inolvidable en que Chivas dejó afuera a Boca cuando el Bofo y los Vergara Boys humillaron al universo Xeneize. La impotencia boquense sólo atinó con un escupitajo de su técnico que concluyó en su defenestración y el convencimiento que definitivamente el fútbol mexicano le había perdido todo respeto- y digo respeto por que miedo no le habría tenido nunca- al argentino.
“La Noche Triste” no fue para los mexicanos aquella vez sino para los argentinos, escépticos hasta ese momento. Seguros desde allí en más que los equipos mexicanos, selección incluida, son un hueso muy duro de roer y que nunca más habrá que subestimar.
Para los muchos aficionados mexicanos que aún discuten y dudan de la importancia de su fútbol en América y en el mundo, sería bueno hacerles saber por lo menos la visión argentina, que tal vez pueda ser un referente válido.
Para los hinchas del Guadalajara especialmente, quizás valga contarles que Chivas era aquí hasta hace unos pocos años la marca de un wiski, hoy es un equipo mexicano; aquel que se le rió a carcajadas en la cara a Boca.
Que Vergara sería un apellido de vaya a saber quien y hoy es el nombre de ese “magnate mexicano” dueño de Las Chivas.
Clarín, uno de los periódicos más importantes de América, ya dedicó tres extensos reportajes a lo que será el estadio del Guadalajara.
Boca Juniors estuvo el año pasado muy interesado en incorporar a Omar Bravo y Oswaldo Sánchez, cuando custodiaba la portería de Chivas, fue considerado por el Diario Olé como el mejor portero de América.
Sin lugar a especulaciones y con total objetividad ya que no debo favores ni cebollazos a nadie, opino que Vergara significa un antes y un después desde el Guadalajara para el fútbol mexicano. Ignorarlo sería una necedad, aún para sus detractores.
El Fútbol de Mexico está hoy en un pedestal mucho más alto de lo que los mismos mexicanos no pueden o no saben ver.
La visión argentina, si sirve de algo, irradia un nivel superior del que tiene el periodismo y la afición mexicana de su propio fútbol.
Cuando pienso en ello, recuerdo aquel relato que suelen contarme mis amigos mexicanos sobre los cangrejos…
Desde Argentina Osvaldo "Tucho" Heredia
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