Un día como hoy pero del año 2003, en Puebla de los Ángeles, se fabrico el último ejemplar del Volkswagen Sedán, mejor conocido como “Vocho”.
Fernando Valencia
Boletín marcador
Un día como hoy pero del año 2003, en Puebla de los Ángeles, se fabrico el último ejemplar del Volkswagen Sedán, mejor conocido como “Vocho”.
Fernando Valencia
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Fernando Valencia
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Tras el final del Clausura, donde Vélez Sarsfield se alzó con un título ungido de dudas y sospechas, denuncias de soborno y todo el público en contra (salvo el del propio Vélez, claro) que veía en el humilde Huracán el mejor y más noble equipo del torneo, estamos otra vez en los prolegómenos de un nuevo campeonato, que como siempre, nadie sabe a ciencia cierta si va a comenzar o no; aunque las amenazas de suspensiones, demoras o cancelaciones no sean al final otra cosa que inocentes escaramuzas.
Esta vez, las razones son contundentes, pero en Argentina todo se minimiza, como la Gripe A que ya mató más gente que en cualquier parte del mundo, o la crisis global de la cual pareciera que este país está inmune mientras crece la desocupación y la pobreza. El fútbol no está eximido del común escepticismo argentino; los clubes se encuentran en situación de quiebra, casi todos, pero los dirigentes no se dan por enterados. Un deporte que mueve millones por ser una cantera inagotable de talentos que se exportan cada semestre pero que no sale de su precariedad en el ámbito local.
Sergio Marchi, Secretario general del sindicato de jugadores alertó a los clubes que el campeonato no comenzará el 14 de agosto, como está previsto, si no saldan las deudas que tienen con sus planteles. Por otro lado, la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) no permitirá que las entidades con cuentas en rojo inscriban nuevos jugadores si no saldan los pagos pendientes; el tesorero de AFA, Carlos Portell, apeló a una amplia reforma en los salarios de los futbolistas: “Hay que rever las remuneraciones por que son siderales. El fútbol argentino se tiene que adecuar al mundo en que estamos viviendo”, dijo Portell.
A todo esto, que no es poco, se suman las solicitudes de Maradona con los cambios de escenarios, en estadios que no están aptos para tales eventos como el próximo con Brasil donde el Seleccionado se juega la clasificación sin tener que recurrir al repechaje. El hecho es que los estadios y los campos de juego están deteriorados, se necesita mucho dinero para refaccionarlos, ponerlos en condiciones para que FIFA autorice los cambios y precisamente es el dinero lo que falta en los clubes y la AFA retacea.
Es increíble que instituciones como River, Boca o San Lorenzo, se encuentren en situación de bancarrota, con bienes embargados y juicios millonarios a causa de la morosidad que mantienen con jugadores, proveedores, trabajadores etc. etc. Solo con jugadores, los clubes de primera división tienen una deuda de 30 millones de pesos (unos 7 millones de dólares) que responden a sueldos y premios atrasados. Emerge a simple vista el hilo de corrupción ya que nada más que en ventas al exterior han recaudado mucho más dinero que lo que figura en el debe; a ello se suman los ingresos de la televisión, boletos, publicidad y otras yerbas. Como en el gobierno, hay un triángulo de las Bermudas por donde grandes cantidades de dólares se esfuman, por que vale la aclaración que los clubes deben en pesos argentinos pero cobran en dólares o euros. En Argentina siempre se dijo que hay industrias quebradas e industriales millonarios; hoy esto aplica al fútbol, clubes pobres y dirigentes ricos.
Al fútbol argentino le falta bastante de sensatez, sobre todo en la dirigencia, que está dejando que el hoyo sea cada vez más profundo y oscuro.
Por ahora, como la moneda, el fútbol argentino está devaluado, hasta en el juego, por que los partidos son de muy baja calidad y el seleccionado, aún con grandes estrellas que brillan en Europa, deja tanto que desear que no sabemos todavía si vamos a estar en el próximo mundial.
Desde Argentina: Osvaldo “Tucho” Heredia
Que se puede hablar del encuentro semifinal que disputaron anoche mexicanos y costarricenses en Chicago por la Copa Oro. Podemos decir, como dirían ciertos personajes de cierta televisora, que fue “otra historia de terror”, o pensar en el partido como una demostración de todo lo que no se tiene que hacer en un campo de futbol, o mordernos las manos y arrancarnos el cabello preocupados de no encontrar la llave del juego efectivo, espectacular y avasallador que todos queremos ver en la selección, o creer que por haber sido en penales el triunfo vale menos.
Se acabaron los fines de semana sin fútbol; los aficionados volverán a las tribunas o bien a sus respectivos sitios, se postrarán entorno a su televisor y apreciarán el deporte más bello de este planeta.
Este viernes 24 de julio arranca un nuevo torneo mexicano, lleno de expectativas, de buenos y malos augurios, así como de muchos pronósticos; sin embargo, ninguna certeza. Y es que la regularidad no es una característica de nuestro fútbol.
A pesar de ello, la alegría de ver saltar al campo de juego a 22 hombres para disputarse la victoria, para muchos: no tiene precio.
Asistir al estadio, disfrutar de una buena bebida, unos cueritos con bastante chile y un buen partido de futbol, suena bien para una noche de sábado. Una noche en la que lo único que se pretende, es divertirse y olvidar los sinsabores laborales vividos entre semana.
El reto para los 18 equipos de primera división: brindarse al máximo para aquellos a quien su trabajo y dedicación diaria merecen: los aficionados.
La consigna para la afición: alentar en las buenas y las malas a sus jugadores, poniendo la pasión por los colores por delante, entonando canticos que hagan retumbar las paredes del inmueble. Por supuesto, todo con respeto; conscientes de que el futbol, es un espectáculo familiar.
La labor de los medios de comunicación: consignar los hechos, informar con objetividad y responsabilidad a la audiencia, apelando a un ejercicio periodístico profesional.
La utopía de los directivos y dueños del balompié azteca: Trazar ejes y estrategias que busquen el desarrollo deportivo, sobre el éxito económico.
17 jornadas, 34 tiempos, 1530 minutos, 91800 segundos. Tiempo suficiente para brindarse por la pasión del deporte más popular de este país.
Así arranca una nueva búsqueda, un nuevo campeonato, un nuevo año futbolístico. Muchas cosas en juego y diversos objetivos planteados.
Y si cabe proponer, porque no pensar en que un objetivo común sea: morirse en la raya dándolo todo (incluyendo buen futbol) en el campo de juego.
FERNANDO VALENCIA
BOLETÍN MARCADOR
Entre tantos números y datos curiosos se encuentra el partido con menos aficionados en la historia de los mundiales. El Rumania-Perú que tuvo 300 aficiinados en tribuna, y el no tan afortunado primer gol en contra. Obra del mexicano Manuel Rosas, aunque algunas fuentes no lo indican así.
Como algo que raramente se volverá a apreciar en nuestros días, se puede destacar la poca importancia que le prestó la prensa mundial al torneo de 1930, sobre todo la prensa europea, que resentida por la poco afortunada participación de sus selecciones, otorgó unas cuantas lineas a la final entre selecciones rioplatenses, además de que ni un solo partido de la justa terminó empatado.
Finalmente y relacionado una vez más a la selección mexicana, se dice que justo antes del partido inaugural ante los franceses, el entrenador nacional, de origen español, Juan Luqué de Serrallonga dirigió unas palabras a los jugadores, que ante los malos augurios y pronósticos pesismistas con los que llegaron a Uruguay se encontraban muy nerviosos. Entre las palabras de aliento en el vestidor el andaluz les mencionó que acá en el país, la virgen de Guadalupe rezaba por ellos y tuvo tiempo para recordarles la hazaña del general Ignacio Zaragoza que venció a los franceses siglos atrás.
El partido terminó 4-1 a favor de Francia y la selección ocupó el último lugar en la tabla de clasificación.
No sé si es un pensamiento pesimista, sobre todo en estos tiempos de malos resultados para nuestro futbol, pero creo que la historia, a veces juega.
El día de hoy es cada vez más común escuchar que el futbol ha cambiado mucho en los últimos años, que se ha vuelto muy físico, que la técnica es parte del pasado y que cada vez se va extinguiendo más y mas ese futbol puro de técnica.
Los Noventas nos entregaron futbolistas como: Romario, Stoichkov, Hagi, Bebeto, Laudrup, Zidane, Bergkamp etc. Todos ellos priorizando la técnica y velocidad mental antes del portento físico, hoy la tendencia cada vez acompaña más al futbolista concebido primero como un gran atleta por ejemplo: Rooney, Gerrard, Kaká, Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo por mencionar algunos.
Son épocas y estilos, personalmente considero que el futbol es un deporte que ha evolucionado, pero su belleza natural no se ha perdido sino que simplemente ahora es momento de apreciar cosas que antes no apreciábamos como la potencia física y la fuerza.
A continuación le presento un comparativo con uno de los más grandes exponentes del futbol de los Noventas como Dennis Bergkamp y el del máximo exponente del futbol físico de la actualidad Cristiano Ronaldo, ambos son un deleite y obra de arte para todos los que disfrutamos del futbol.
EDUARDO SARACHO