Otra prueba más…
Así es, amigos de Boletín Marcador. La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol ha dado nuevamente una señal más de lo blandengue que puede ser, de lo fácil que resulta manejarla desde la comodidad y de la falta de compromiso con el espectáculo, con la esencia, pero sobre todo con las reglas básicas de este deporte.
Así es, amigos de Boletín Marcador. La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol ha dado nuevamente una señal más de lo blandengue que puede ser, de lo fácil que resulta manejarla desde la comodidad y de la falta de compromiso con el espectáculo, con la esencia, pero sobre todo con las reglas básicas de este deporte.
En su momento, a Alfonso Sabater le tembló la mano para tomar una determinación sobre el castigo a la plaza de Torreón cuando insultaron con adjetivos irrepetibles a Felipe Baloy, y Sabater se pasó las indicaciones de la FIFA -tajantes y sin un resquicio al criterio individual de alguien- por el arco del triunfo.
Ahora, Sabater vuelve a hacer de las suyas, al aplicar la mano blanda, tierna y conciliadora de su comisión, siendo que debería ser todo lo contrario.
Ni el iracundo auxiliar que arremetió contra Hugo Fernández, ni el propio Fernández, y mucho menos la salvajada leonesa que invadió la cancha buscando agredir a sus propios jugadores tienen lo que merecen.
Seguramente al titular de la Comisión le agradará que en México se llegue a los extremos que ya se viven día a día en Sudamérica, por no querer o saber –la ignorancia es igual de grave que la blandeza- cómo debe aplicarse el reglamento en este tipo de casos.
JOSÉ MARÍA GARRIDO
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