domingo, 12 de octubre de 2008

Al son del Reggae


El sábado por la tarde me dirigí hacia una comida con un grupo de amigos en la cual, para muchos de nosotros, uno de los momentos más esperados era ver el partido que enfrentaría a la selección mexicana contra Jamaica en calidad de visitante, nada mas y nada menos que en la mismisima tierra del reggae.
El encuentro, el cual formó parte de la tercera y penúltima fase de la eliminatoria de la Concacaf rumbo a Sudafrica 2010, no resultó ser para nada como muchos de nosotros lo esperabamos.
Durante la semana bastante se habia hablado y escrito sobre el partido, haciendo notar estadísitcas de encuentros pasados entre ambas selecciones, de la situacion de uno y de otro en la presente eliminatoria, de la supuesta diferencia de calidad de los jugadores, de la posible alineación de México y del planteamiento táctico que el señor Eriksson presentaría en cancha.

Y todo eso, para nada.
A final de cuentas los números son solo eso y no juegan partidos.
Del total de ocasiones que México ha enfrentado a Jamaica, que hasta el sábado eran 16, los nuestros habian conseguido ganar 14 veces, por un empate y una derrota por allá de 1996 en la era de Bora y, en la actual fase Jamaica había conseguido solo un empate con el que hasta el momento es el equipo más debil del grupo, Canada, por lo que todo indicaba (en números) que México regresaría con un resultado a su favor.

Tremenda decepcion, si, pero... ¿sorperesa?
El partido entonces dio inicio, y a medida que pasaron los minutos algo extraño se apreciaba en los jugadores del tricolor. Entraron con precauciones, con aires de superioridad pero sobre todo con pocas ideas y de pronto sucedió lo que nadie de nosotros tenia contemplado.
Los mismos jugadores mencionaron en declaraciones al final del partido que el factor suerte no habia estado de su lado, que el gol de los "reggae boyz" cayó de manera circunstancial y que el juego brusco de los jamaiquinos les habia impedido desarrollar el futbol que tenian en mente.
Me parece que vieron otro partido, o mejor dicho, me parece que no vieron un juego de futbol, cosa que se demostro a lo largo de 90 minutos.
Malos campos, planteamientos defensivos, juego brusco (que el sabado no existió de parte de los atletas jamaiquinos sino de parte de los menuditos mexicanos) y suerte, son cosas que pueden estar presentes en el futbol, que combinados dan como resultado partidos típicos de la zona de Concacaf, pero algo que no deberia existir y que para nosotros se esta haciendo costumbre son las excusas.

Bueno, cosas del futbol pero ahora a pensar en lo que se viene. Dos partidos como visitante que serán el termometro de esta selección al parecer carente de ideas y en ellos la obligacion de conseguir tan solo un punto que nos pueda ubicar en el hexagonal final enfrentando a rivales más complicados y a la pesadilla del futbol mexicano, la seleccion de Estados Unidos. Y nosotros pendientes de esto.
Veremos entonces a media semana como este equipo plagado de "europeos" se puede recuperar de la derrota no planeada y encarar otro compromiso que en números deberia de ser accesible.
Mientras tanto el fin de semana me deja un mal sabor de boca y una conclusion clara.
México el sábado bailó un son, pero no como esta acostumbrado, sino al ritmo de Reggae.


BERNARDO HERRERA

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