En este fin de semana ha llegado el final de la fase regular del torneo Apertura 2008 que hasta el último momento definió a los que son los ocho equipos clasificados para la Liguilla, y de los tres equipos locales tan solo la UAG consiguió boleto (cuya confirmacion estubo pendiente hasta último momento) para la llamada fiesta grande.
La liguilla se convierte entonces en la fase que todos los equipos de primera división buscan ganar, en la parte importante del torneo, y es cuando el trabajo que se haga durante 17 jornadas debe al fin rendir sus mejores frutos, situación solo utópica, y es que un equipo puede tirarse tranquilamente a la hamaca durante varias semanas pero si consigue buenos resultados en las ultimas cuatro o cinco jornadas esta dentro. Solo en México se recompensa la mediocridad.
Respecto a esto, nos referimos al desempeño, tanto Atlas como Chivas tendrán que hacer un detallado y atinado analísis para no repetir tan irregular campaña.
Chivas estuvo muy pendiente de lo que ocurriera en el cierre de la jornada final, porque su clasificación dependía de los resultados de otros juegos al ser incapaces de definir las circunstancias a su favor por méritos propios. En uno de los partidos las cosas funcionaron para la causa de los rojiblancos, los Tigres derrotaban en calidad de visitante al Morelia 2 a 1, aunque, por otro lado Toluca hacia lo propio con San Luis y el equipo del Chepo rebaso al de Efrain en la tabla general. Aunque al fin de cuentas Guadalajara terminó con el octavo mejor puntaje en el torneo, esta fuera de la Liguilla y eso por un solo hecho: la diferencia de goles. Y es que la efectividad del equipo de cara al marco no fue la mejor, apenas 1.3 goles por partido en promedio anotados, y el mismo promedio de goles recibidos. Los mejores anotadores Arellano, Santana y Alberto Medina tan solo con 3 goles cada uno.
La clave: tres partidos. Los de las jornadas cinco contra Santos y ocho contra Pachuca. 10 goles recibidos, y el de la jornada 16 ante Puebla en el que parecia el partido más ganable de la temporada y que resultó toda una pesadilla.
Atlas por su parte, debe de estar antes que nada agradecido con el sistema de competencia que se utiliza en el torneo ya que tambien hasta la última jornada mantuvo vivas sus esperanzas y prendidas sus veladoras. Aunque para su causa los resultados no fueron para nada favorables.
Los rojinegros estaban pendientes de los marcadores de prácticamente todos los equipos del grupo dos, ya que con derrotas de Cruz Azul, Tecos, Chivas, Morelia y hasta de America en sus respectivos juegos, conjugados con una victoria de los de Colomos ante Pachuca las cosas estaban dadas. Solo se dieron tres de seis resultados, es decir, pasó la mitad de lo que tenia que pasar para que Atlas consiguiera boleto. Ni la participación en delantera de sus cuatro flamantes extranjeros pudo darle oportunidad al equipo de Darío Franco de calificar, cosa que no sucede desde el Clausura de 2007, hace tres torneos.
La clave: las primeras siete jornadas. El equipo ganó un partido, empató dos y perdió cuatro. Y la baja de juego de Bogado, su máximo anotador con 7 goles, es cierto, pero el último de ellos ante Indios el 20 de septiembre.
En resumen, los números hablan por si solos y aunque en el caso de Guadalajara las cosas parecian más favorables, no se puede aspirar a ganar un campeonato teniendo encuentros como el del pasado domingo ante Puebla y con tan baja productividad a la ofensiva, en tanto para Atlas el cambio de técnico pareció revertir la situación de las primeras jornadas, pero el finalizar el torneo con siete partidos perdidos dice muchas cosas, solo Jaguares, Indios y Monterrey terminaron con mas derrotas que los rojinegros.
Tan solo quedan entonces los Tecos, que tendrán una difícil eliminatoria en contra de Toluca, y será hasta el siguiente torneo que los aficionados de los equipos con mas tradición en la ciudad podrán disfrutar de ver a sus equipos pelear por el ya desprestigiado título del torneo mexicano. A esperar.
BERNARDO HERRERA
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