Hace algunos días un compañero escribió una columna sobre nuestra división de ascenso, en cual hace una pregunta muy interesante, 1Era “A” ¿Semillero O Cementerio?, ayer en el fútbol de ascenso se presento una jugada para el olvido, que me contesta a mí esa pregunta, desde mi punto de vista esa división simplemente es un cementerio, y digo esto por varios motivos, empezando por quitar la regla de la edad, ahora puede jugar cualquiera persona, aunque tenga 35 años por mencionar un ejemplo, y con esto taparle la posibilidad a un chico de fuerzas básicas, la seguridad del jugador y de la gente es de calidad pésima, muchas veces terminan en peleas campales entre barras y en la cancha también, ¿y los policías?, ni sus luces, siempre llegan 10 minutos después, ¿y la comisión disciplinaría y los árbitros?, parece que no ven nada o que a los jueces les tiembla la mano para sacar tarjetas, en fin, para mí esta división es simplemente un cementerio, una payasada.
Todo esto que escribí, ayer se vio en la cancha del estadio azteca con un jugador brasileño de Socio Águila, Izaíaz Ramos le propino un codazo al jugador uruguayo Ignacio Schneider de los gallos blancos, que de inmediato fue hospitalizado de emergencia, los resultados son negativos, el uruguayo resultó con dos heridas de siete centímetros, con fractura en la órbita ocular izquierda y con desprendimiento de retina y de masa cristalina, de acuerdo con el informe médico del club. En pocas palabras, puede perder tanto el ojo como la vista.
¿Qué paso con el agresor? Nada el árbitro solo amonesto al jugador y redacto en la cédula simple agresión. No le basto ver el jugador en césped con el ojo cerrado. Para acabar rápido este supuesto jugador de fútbol, no merece no jugar más fútbol, merece la cárcel. No digo que no se peguen ya que es un deporte de contacto, pero llegar a estos extremos de mandar a un compañero al hospital y con peligro de perder el ojo, no es de un jugador profesional. Bienvenidos los extranjeros, pero aquellos que vengan a demostrar fútbol, clase y talento, no aquellos que vienen a luchar y a mandar al hospital a los demás.
La directiva de Querétaro pedirá la inhabilitación del jugador de Socio Águila de por vida, pero espero mínimo que lo suspendan hasta que el uruguayo se recupere y si no es así, tendrán mucho trabajo en la primera división “A”.Simplemente veremos si la división es una payasada o si va a seguir siendo la mediocre liga de ascenso a la que estamos acostumbrados. Y por el jugador brasileño mejor ya no digo nada, deberían regresarlo a su país, inhabilitarlo o de plano meterlo a la cárcel.
Todo esto que escribí, ayer se vio en la cancha del estadio azteca con un jugador brasileño de Socio Águila, Izaíaz Ramos le propino un codazo al jugador uruguayo Ignacio Schneider de los gallos blancos, que de inmediato fue hospitalizado de emergencia, los resultados son negativos, el uruguayo resultó con dos heridas de siete centímetros, con fractura en la órbita ocular izquierda y con desprendimiento de retina y de masa cristalina, de acuerdo con el informe médico del club. En pocas palabras, puede perder tanto el ojo como la vista.
¿Qué paso con el agresor? Nada el árbitro solo amonesto al jugador y redacto en la cédula simple agresión. No le basto ver el jugador en césped con el ojo cerrado. Para acabar rápido este supuesto jugador de fútbol, no merece no jugar más fútbol, merece la cárcel. No digo que no se peguen ya que es un deporte de contacto, pero llegar a estos extremos de mandar a un compañero al hospital y con peligro de perder el ojo, no es de un jugador profesional. Bienvenidos los extranjeros, pero aquellos que vengan a demostrar fútbol, clase y talento, no aquellos que vienen a luchar y a mandar al hospital a los demás.
La directiva de Querétaro pedirá la inhabilitación del jugador de Socio Águila de por vida, pero espero mínimo que lo suspendan hasta que el uruguayo se recupere y si no es así, tendrán mucho trabajo en la primera división “A”.Simplemente veremos si la división es una payasada o si va a seguir siendo la mediocre liga de ascenso a la que estamos acostumbrados. Y por el jugador brasileño mejor ya no digo nada, deberían regresarlo a su país, inhabilitarlo o de plano meterlo a la cárcel.
JESÚS RUVALCABA
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