viernes, 26 de junio de 2009

Tan solo un ejercicio

Con la intención de adelantarnos e irnos preparando para lo que viene en las próximas semanas y meses, por un momento sería importante detenernos a pensar (concienzudamente) en lo que veremos, escucharemos y leeremos en materia futbolística en nuestro país.
Para esto debemos dejar de lado todo lo que ocurra en el futbol internacional que es en ocasiones el más efectivo analgésico, quita penas que encontramos después de habernos empapado de todo (o un poco) lo que acontece en nuestro futbol.

El siguiente torneo de Apertura se vislumbra, a estas alturas, como uno que no pasará exactamente a la historia por su espectacularidad, su coordinada planeación, sus sonadas contrataciones de jugadores extranjeros ó por sus equipos y plantillas renovadas.
Sin ánimos de hacer de ésta una intervención con tintes de desesperanza ni mucho menos, comparto una opinión de lo que para un servidor será otro torneo más en donde el aficionado seguirá escuchando y tragándose las promesas emitidas por entrenadores, jugadores y directivos de equipos que pregonan que éste por fin será su año.
Y a los citados anteriormente no los culpo por salir a la luz pública y hacerlo (eso es todo lo que por ahora pueden hacer antes de saltar a la cancha) pues de lo contrario si no escucháramos sus voces sería un síntoma de que algo malo realmente esta pasando al interior del sistema del deporte con mas afición, apoyo e inversión a nivel nacional.
¿O será al contrario?

En fin, parece que por ahora los Vergaras, Garcias, Bauers, Mezas, Lavolpes y Guzmanes acaparan las esferas y los espacios en medios con sus declaraciones, algunas propositivas, otras excusatorias y otras no sabemos de que tipo, pero en el fondo es sólo otra cucharada más de lo que vemos todos los años, cada verano, cada inicio de torneo desde hace mucho mucho tiempo y que nos tiene donde ya bien sabemos. Es todo una novela que sólo cambia de protagonistas.
¿O será que ya estamos tan acostumbrados a ver y hacer de todo un espectáculo mediocre que no sabemos hacer otra cosa?
(Cualquier similitud con lo ocurrido en otros espacios es mera coincidencia)


Me intriga que pasará por la mente de los citados dirigentes mexicanos y que pensarán cada vez que alguna voz asoma su desaprobación respecto al trabajo que hacen. ¿Realmente les importarán las críticas y opiniones lanzadas, se sientan a conversar de lo que tienen que cambiar para que las cosas sean diferentes, hacen reuniones buscando el beneficio de todas las partes ó simplemente se comportan como sartenes de teflón que resbala todo lo que se les ponga encima?

Una semana atrás tenía otra serie de preguntas que aún sigo sin responder del todo, y esta vez parece ser igual pero al menos pienso que las cosas no serán claras hasta que resolvamos pequeños interrogantes que ayuden a comprender la totalidad de la estructura de nuestro futbol.
Pedimos unión, confianza y apoyo, pero por otra parte tenemos el constante agobio, que nos impide pensar objetivamente, de ver resultados lo antes posible que sustenten el trabajo. No sé si se deba a los tiempos en los que vivimos pero tal parece que nuestra ansia es igual a la de un niño esperando a abrir sus regalos justo horas antes de la navidad, es decir, queremos que todo suceda ahora, aquí, en este preciso momento y además de eso debemos de ser testigos de ello cuando una de las mayores virtudes que existe en este mundo es: la paciencia. Pero ésta no aparece, y menos cuando pareciera que ya hemos desperdiciado mucho tiempo en el pasado.


Lo que se viene en estos siguientes meses para el futbol mexicano será algo que recordarán muchas generaciones de aficionados y por el otro lado, será una loza que cargaran aquellos metidos de lleno en la planificación actual de uno de los pocos deportes profesionales en el país.
Es en estos tiempos, a poco menos de un año del mundial cuando pedimos que se haga un ejercicio consciente a todo aquel que de verdad anhela ver a nuestro futbol en lo más alto de la esfera mundial, y en consecuencia a nuestra selección, reflejo directo del trabajo interno.


Es momento de dejar las máscaras y los espejismos a un lado y centrarnos en un objetivo común que entregue resultados más allá del corto plazo, porque ¿de qué sirve calificar al siguiente mundial en primero segundo o tercer lugar del área si al término del torneo se cambiara nuevamente al cuerpo técnico, al presidente de la Federación, al Secretario general, al tesorero o al Director de selecciones?, ¿Se empezará con la cantaleta de ver jugadores nuevamente y tener que jugar partidos amistosos contra rivales que poco ofrecen en suelo norteamericano?, ¿se tendrá que buscar a un técnico de renombre mundial que cobre altas cantidades en dólares para que sea él quien venga a hacer la revolución mental que necesitamos?
Más preguntas que no encuentran una respuesta clara.

Pero al menos algo si es claro en todo esto: nuestro futbol es en números uno de los más sanos en el continente americano, aunque donde realmente debería centrarse la lupa, es decir, en la cancha, sea uno de los más enfermos.
Por lo pronto, estamos a justo un mes del arranque del torneo, en suelo tapatío y en terreno de los Estudiantes que enfrentarán a Pachuca.
Necesitaremos una buena dosis de la citada paciencia para esperar a que sea la jornada 12, 13 ó 14 momento cuando los equipos empiezan a jugar el torneo que todos deseamos ver desde las primeras semanas.
Al tiempo.

Bernardo Herrera

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