miércoles, 26 de agosto de 2009

La oportunidad perfecta


¿Cuánto hemos esuchado hablar del Guadalajara en los últimos días?
¿En qué línea se mueven tales comentarios?
¿Qué tanto de lo que se dice es verdad?
¿Quién o quiénes son los mayores responsables del momento que atraviesa el primer equipo?
¿Porqué aparacen tantas voces hablando del mismo tema desde el interior de la institución ?
¿Qué le está pasando a las Chivas?
Y por último, ¿en quién se puede confiar dentro de esta brumosa nube de incertidumbres, malos resultados y opiniones divididas?

La respuesta a cualquiera de estas preguntas no es tan sencilla, e incluso pueden existir mil y un cuestionamientos más sobre el porqué un equipo, que en temporadas pasadas era ampliamente alabado en el futbol mexicano por su eficiente estructura futbolística, su hábil manejo comercial o sus atinadas decisiones financieras, ha caído en una espiral que apuntan (algunos en el medio) parece ser tan solo el inicio de la debacle de la "era" Jorge Vergara.

Las opiniones son totalmente válidas y cuentan incluso con fundamentos de causa, pero por otro lado parece que nos estamos acostumbrando a digerirlas sólo a medias o a mirarlas de un sólo ángulo. Apunta el dicho que mientras más escuchamos o vemos, menos es que sabemos y éste, es un ejemplo claro de esa afirmación.

Lo que ha surgido desde el interior del Guadalajara en las últimas semanas parece apuntar a que las cosas no están funcionando de la mejor manera, y lo reflejado en la cancha por los jugadores, ahora convertidos en presas dentro de un ambiente general de incertidumbre es tan sólo uno de los síntomas de la malaria.

Dentro de una institución (llámese empresa, familia, escuela o equipo de futbol) existen códigos y reglas tanto escritas como no escritas que los miembros deben de respetar si lo que se busca es el bien común, y cuando de alguna manera uno o varios miembros transgreden dichas normas se cae en una falta. Está bien, eso no es anormal, no hay institución perfecta ni ajena al fallo.



Cuando los canales de comunicación, los roles jerárquicos y los mensajes emitidos son tan distantes como el sol y la luna, estamos hablando de una situación delicada que necesita atención.
Pero en este momento ¿quién le puede dar al enfermo la atención que necesita?
En mi opinión, el mejor diagnóstico solo lo puede dar un especialista en la materia con años de probada eficiencia. Gente comprometida con el trabajo y la planeación de una estructura diferente y renovada en cuanto a la toma de decisiones al interior y a la vez un replanteamiento en los puestos jerárquicos y los canales de comunicación empleados, pues son éstos los que precisamente interfieren la transmisión efectiva de los mensajes.
O en su defecto, un guru de la psicología organizacional.

El punto es que así como en el pasado se han resaltado las virtudes y los aciertos del modelo que adoptó el Guadalajara, ahora es tiempo de identificar las fallas y los vicios en los que se cayó, pero no por el sólo hecho de señalar culpables o reclamar las cuentas que "creemos" merece tener el equipo más ganador de nuestro futbol , sino con el fin de evitar que la situación se convierta en un virus general que contagie a la estructura del futbol mexicano.

Que equipos como América y Cruz Azul, otros grandes históricos en ésta fabrica de sueños, hayan pasado y sigan deambulando por situaciones más que similares, algo nos debe de decir. En nuestros días, y mas que otras ocasiones se necesita del material humano capaz para llevar exitosamente las cosas por buen camino. Pero por el otro lado el desfile de nombres reciclados en el medio, no es útil ni necesario. Equilibrio y respetar proyectos es una fórmula exitosa.

No por nada dicen que la crisis, es sólo la oportunidad perfecta para trascender.



Bernardo Herrera
(imágenes: espndeportes.com)

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