lunes, 27 de julio de 2009

DEVALUADO FÚTBOL ARGENTINO

Tras el final del Clausura, donde Vélez Sarsfield se alzó con un título ungido de dudas y sospechas, denuncias de soborno y todo el público en contra (salvo el del propio Vélez, claro) que veía en el humilde Huracán el mejor y más noble equipo del torneo, estamos otra vez en los prolegómenos de un nuevo campeonato, que como siempre, nadie sabe a ciencia cierta si va a comenzar o no; aunque las amenazas de suspensiones, demoras o cancelaciones no sean al final otra cosa que inocentes escaramuzas.

Esta vez, las razones son contundentes, pero en Argentina todo se minimiza, como la Gripe A que ya mató más gente que en cualquier parte del mundo, o la crisis global de la cual pareciera que este país está inmune mientras crece la desocupación y la pobreza. El fútbol no está eximido del común escepticismo argentino; los clubes se encuentran en situación de quiebra, casi todos, pero los dirigentes no se dan por enterados. Un deporte que mueve millones por ser una cantera inagotable de talentos que se exportan cada semestre pero que no sale de su precariedad en el ámbito local.

Sergio Marchi, Secretario general del sindicato de jugadores alertó a los clubes que el campeonato no comenzará el 14 de agosto, como está previsto, si no saldan las deudas que tienen con sus planteles. Por otro lado, la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) no permitirá que las entidades con cuentas en rojo inscriban nuevos jugadores si no saldan los pagos pendientes; el tesorero de AFA, Carlos Portell, apeló a una amplia reforma en los salarios de los futbolistas: “Hay que rever las remuneraciones por que son siderales. El fútbol argentino se tiene que adecuar al mundo en que estamos viviendo”, dijo Portell.

A todo esto, que no es poco, se suman las solicitudes de Maradona con los cambios de escenarios, en estadios que no están aptos para tales eventos como el próximo con Brasil donde el Seleccionado se juega la clasificación sin tener que recurrir al repechaje. El hecho es que los estadios y los campos de juego están deteriorados, se necesita mucho dinero para refaccionarlos, ponerlos en condiciones para que FIFA autorice los cambios y precisamente es el dinero lo que falta en los clubes y la AFA retacea.

Es increíble que instituciones como River, Boca o San Lorenzo, se encuentren en situación de bancarrota, con bienes embargados y juicios millonarios a causa de la morosidad que mantienen con jugadores, proveedores, trabajadores etc. etc. Solo con jugadores, los clubes de primera división tienen una deuda de 30 millones de pesos (unos 7 millones de dólares) que responden a sueldos y premios atrasados. Emerge a simple vista el hilo de corrupción ya que nada más que en ventas al exterior han recaudado mucho más dinero que lo que figura en el debe; a ello se suman los ingresos de la televisión, boletos, publicidad y otras yerbas. Como en el gobierno, hay un triángulo de las Bermudas por donde grandes cantidades de dólares se esfuman, por que vale la aclaración que los clubes deben en pesos argentinos pero cobran en dólares o euros. En Argentina siempre se dijo que hay industrias quebradas e industriales millonarios; hoy esto aplica al fútbol, clubes pobres y dirigentes ricos.

Al fútbol argentino le falta bastante de sensatez, sobre todo en la dirigencia, que está dejando que el hoyo sea cada vez más profundo y oscuro.

Por ahora, como la moneda, el fútbol argentino está devaluado, hasta en el juego, por que los partidos son de muy baja calidad y el seleccionado, aún con grandes estrellas que brillan en Europa, deja tanto que desear que no sabemos todavía si vamos a estar en el próximo mundial.

Desde Argentina: Osvaldo “Tucho” Heredia

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